Cd. Delicias, Chih. 28 de marzo de 2024


El flamante, orgulloso y desconfiado ciudadano americano que gobierna en Chihuahua

Fecha/hora de publicación: 15 de enero de 2021 13:54:46

Hay, en las entrañas del sistema judicial norteamericano, un expediente que se promueve contra el Diario de Chihuahua por lo que, en México (no sé los gringos), sería una responsabilidad civil por daño extracontractual.

No lo agobio, querida lectora, amable lector, con detalles técnicos, pero se puede resumir así: siempre que en una relación contractual una de las partes incumple, surge lo que podríamos llamar "una responsabilidad civil"; sin embargo, cuando no existe tal acuerdo de voluntades, es posible que también se pueda reclamar una responsabilidad civil siempre que se genere un daño. En esos casos, es que se habla de la mentada responsabilidad civil extracontractual. Si lo anterior le parece confuso, le brindo dos ejemplos: si una mascota, un perro, pongamos por caso, muerde a alguien y le produce lesiones, es posible reclamar ese tipo de responsabilidad. Es obvio que al animal no se le puede demandar, pero sí al propietario, quien tiene el deber inexcusable de velar por él. Otro ejemplo es el de un menor de edad que toma, con permiso o sin él, con licencia de conducir o sin ella, el carro de la familia y va y lo estrella contra otro. En ambos casos, al tercero afectado no puede obligársele a que haga frente a los gastos e inconvenientes que le produjeron el menor o el perro, pues el responsable es, y debe ser, quien lo tiene a su cargo.

Pues bien, ese tipo de responsabilidad es la que se reclama siempre a alguien que, sin acuerdo previo ni existir contrato de por medio, genera un daño a otro. En la especie, a El Diario lo demandan por una serie de notas que publicó ese medio entre el 22 y el 24 de septiembre de 2019; cuyo titular de la primera de la serie fue: "Suma Javier Corral a sus propiedades terreno 'caliente'. Lea los detalles en las ediciones de El Diario mañana 23 y el 24 de septiembre".

Desconozco los intríngulis de la nota y si su contenido es veraz o no; de verdad no lo sé. Lo interesante es que tras su publicación, el Gobernador Javier Corral montó en cólera (su caballo preferido) y procedió a demandar, de ipso facto, al señalado medio, de lo que se dio cuenta en medio nacionales incluso, bajo el argumento de que se trataba de una "vil patraña" y una calumnia.

Lo interesante de este asunto son dos cosas, ambas inocultables y evidentes: la primera, es que el actual Gobernador del Estado, en los sistemas de información del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, hizo constar como lugar de nacimiento el de Ciudad Juárez, Chihuahua; y segundo, el desprecio brutal y manifiesto por la administración de justicia en el Estado de Chihuahua al acudir, ostentando orgulloso y convenenciero su ciudadanía norteamericana, a las instancias de aquel país para dirimir una controversia legal.

Azora, por decir lo menos, el velado, pero innegable, descrédito que le merecen las instituciones de administración de justicia en México, y en particular de la Entidad que él gobierna, al recurrir haciendo uso de una nacionalidad a la que dijo haber renunciado años atrás. En efecto, en Wikipedia se lee: "Javier Corral Jurado nació el 2 de agosto de 1966 en El Paso, Texas, Estados Unidos [...] aunque en entrevista para Canal 5 de Ciudad Juárez comentó que en 1990, tras la Invasión estadounidense de Panamá de 1989 había renunciado a la ciudadanía estadounidense" (minuto 8.13); ​dato que se remite a una entrevista ofrecida por él el 9 de marzo de 2016 a ese medio.

Así, con ese gesto, esa "confianza" en la administración de justicia local y esa oprobiosa ostentación, nos confirma el Gobernador que poco le interesa Chihuahua si de llevar agua a su molino se trata.

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