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AMGLOEBBELS : Por Luis Villegas Montes

Fecha/hora de publicación: 12 de mayo de 2019 09:48:46

En estos poco más de cinco meses de la actual administración federal, de todo hemos hecho los mexicanos, menos aburrirnos: el cabeza de torunda nos trae locos con ese alud de declaraciones que constituyen francas mentiras o verdades confusas, equívocas o a medias.

En cierto modo (me incluyo) no han faltado los críticos que en ese mar de espanto —cuyo insumo primigenio es la incertidumbre, pues a falta de verdades, o mentiras, abundan los buenos deseos, las diatribas, las disquisiciones beisboleras y los desahogos verbales— solo hallan cabida para una estupidez proverbial y no.

No, no, no, no, no, ¡no! El cabeza de guata sabe muy bien lo que está haciendo. Ciertamente el Presidente de la República es un ignorante de marca y está senil pero no es estúpido. Así como lo vemos, titubeante —casi babeante—, día a día afianza su estrategia que, desde el principio, ha sido muy clara y una sola: ir por todo; AMLO va por el poder absoluto a fin de concentrarlo en sus manos tembleques y, con ello, revivir una especie de nuevo PRI setentero.

Es natural; su única concepción del quehacer político es esa; su ignorancia brutal no deja resquicios para la duda ni para mejores formas de convivencia. Eso es él, un político forjado por discursos demagógicos, maratónicos, inacabables, en torno a la figura del Presidente en turno.

El problema es que, como buen populista, dio en el clavo al galvanizar el sentimiento de derrota, frustración y rabia de los mexicanos. En ese estado de ánimo se sufragó por él (ahí siguen los imbéciles que lo votaron); y para poder "desbaratar" esa imagen se requiere de una estrategia idéntica, aunque opuesta, que galvanice y mueva las almas por igual. La mala noticia es que no la hay; por lo menos no la hay en el corto plazo.

Y como los llamados a la razón no funcionan (porque lo que AMLO manipula es un sentimiento colectivo), tampoco va a funcionar la demostración palpable de su fracaso (que sólo es cuestión de tiempo).

En tanto, a través del corporativismo clientelar AMLO sienta las bases de su perpetuación en el poder por veinte o más años e incluso de la reelección (ya vimos que su dicho no tiene valor alguno; por lo que su promesa de no reelegirse tiene el valor de un pañuelo de papel con mocos).

En ese sentido, nosotros, los mexicanos, sociedad y gobiernos (locales), políticos y ciudadanos, estamos perdiendo la magnífica oportunidad que el Cotonente Parado nos brinda para vertebrar una oposición sólida, organizada, inteligente, creíble, capaz de oponerse con eficacia al estropicio en marcha que este Gobierno de pacotilla representa.

Desafortunadamente, los vicios del sistema permean a todos los niveles, en todos los órdenes, en todos los partidos. Fraccionar el poder, dividirlo, no darle todo a uno solo (partido, candidato, etc.) debe ser la solución, la única en el futuro inmediato. Es así, porque de momento no existe una sola persona (líder) capaz de convocar a una movilización que se oponga o contrarreste, de modo eficaz, los efectos de esto que está ocurriendo.

Si Usted no ha terminado de entender la perversa estrategia de AMLO, solo le pido un favor: lea el artículo que anexo y resume la estrategia de Goebbels, jerarca nazi responsable de la propaganda del Tercer Reich (http://www.redalyc.org/pdf/1491/149120483001.pdf); y tal vez así, por fin, empiece a sentir miedo de su futuro incierto.

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