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Autismo político en Chihuahua : Por Ernesto Avilés Mercado

Fecha/hora de publicación: 09 de junio de 2018 10:30:50

Este proceso electoral nacional y local, está resultando muy atractivo, por el sinnúmero de barbaridades que proponen muchos de los candidatos para atraer el voto ciudadano, tanto porque no han definido lo que es del corazón y no de la razón, como porque prometen realizar acciones que poco o nada corresponden con el cargo que aspiran representar.

El prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila y aquí en Chihuahua, el mal ejemplo lo puso Javier Corral al comprometerse con todos los sectores sociales, a realizar acciones que tuvieran que ver con el desarrollo y productividad de las empresas, a generar un clima laboral extraordinario con los maestros, donde el mejoramiento salarial, las conquistas sindicales y el reconocimiento a la carrera magisterial, marcarían la pauta en las relaciones con el Gobierno del Estado.

Las elecciones intermedias, son el termómetro perfecto para que la ciudadanía evalúe el trabajo realizado por el gobierno en turno y en esta ocasión, constituye el más cercano a un verdadero referéndum.

Las alcaldías de los municipios más importantes, que en su mayoría están siendo disputados por quienes las encabezaron por poco menos de dos años, se gastaron el recurso del trienio para asegurar su reelección y en muchos de los casos, gracias a los compromisos contraídos, seguramente contarán con el apoyo ciudadano.

Sin embargo, ante la falta de una oferta electoral atractiva, tanto en personas, como en propuestas, donde no se podrá escoger al mejor, sino al menos malo, el pésimo gobierno de Javier Corral, seguro cobrará las facturas con los candidatos de su partido, porque a nosotros los ciudadanos, nos resultará muy difícil separar la soberbia con la mentira y las promesas con la falta de integridad de un gobierno orientado a servir a una sola persona y nada más.

La falta de transparencia y rendición de cuentas, ha sido el principal distintivo de un gobierno opaco, que vive en tinieblas y que a base de chicanadas legales, pretende mantener alejado del instituto de transparencia a quien legalmente le corresponde encabezarlo, mientras que en contraste, Javier Corral viendo la paja en el ojo ajeno, pero no viendo la viga en el propio, le reprocha a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ejercer jurisdicción de un asunto que tarde que temprano tendrá que aceptarlo.

La violencia exacerbada que ha alcanzado niveles nunca vistos en la entidad, generan tanto en la persona del secretario general de Gobierno Cesar Jáuregui Robles, y del propio Javier Corral Jurado, el síndrome de autismo político, por negar lo que está frente a ellos y pretender imaginar su Chihuahua feliz.

La filtración de una conversación telefónica entre el ejecutivo y una magistrada, refleja la perversidad de lo mucho que es capaz Javier Corral cuando se trata de distraer la atención ciudadana; el sistema Pegaso de fabricación israelí, es operado por la Fiscalía del Estado y sirve para monitorear a los integrantes de los tres poderes del Estado, así como los llamados enemigos del Gobierno de Chihuahua y eventualmente muy eventualmente, también para atender denuncias de secuestro y extorsión.

Desde su llegada al Gobierno de Chihuahua, Javier Corral ha definido con claridad lo que busca con su administración y no es precisamente el desarrollo de la entidad.

Fiel a su idiosincrasia y formación política, a Javier Corral le atraen de sobremanera los reflectores periodísticos, el que se hable de él, por sus declaraciones y manera personal de referirse con epítetos y calificativos denostantes a los personajes que no concuerdan con su forma de pensar.

En estos primeros meses de su gobierno, la lista de funcionarios federales que han estado en esta entidad, se pueden contar con los dedos de una sola mano, y sobran dedos...

La necesidad de un cambio en la forma de entender la federalización del país, no es una cosa menor, ni tampoco es un cambio que se pueda realizar de la noche a la mañana, o que se pueda concretizar simplemente por el berrinche de un gobernador.

Con la filtración que se hiciera pública el día de ayer, de la conversación de uno de los hermanos Barreira de Querétaro, donde evidencia a Ricardo Anaya en el manejo ilegal de recursos para su campaña, queda al descubierto lo que desde siempre había negado, pero que fue necesario transmitirlo en cadena nacional para que fuera confirmado.

Ayer mismo por la noche, el Gobernador Javier Corral, indirectamente pretende defender lo indefendible, llamando corrupto y corruptor al presidente Peña Nieto, pero es incapaz de mencionar la veracidad del manejo ilegal de recursos por parte de Anaya; es decir, viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

A esta campaña en particular, le ha sobrado guerra sucia y le ha faltado propuesta; nadie ha sido capaz de convencer a las masas, aún con más de 20 años de campaña uno, gastando fortunas con dinero ilegal el otro; presentándose como el mejor de todos el tercero, y un candidato independiente que ha servido de bufón.

México debe cambiar, efectivamente, pero con el cumplimiento de la responsabilidad de cada quien, realizando cada uno de nosotros lo que nos corresponde y siendo más responsables con nuestro trabajo, con nuestros hijos y cumpliendo con nuestros deberes cívicos y ciudadanos.

Hoy, también se escuchan voces de que de presentarse resultados adversos para ya sabes quién, la gente puede levantarse en armas, hay que recordar que ni siquiera se levantan temprano, mucho menos para iniciar una lucha.

La transformación que necesita nuestro país, debe surgir a partir de nosotros mismos, con nuestras familias, en nuestro trabajo, dentro de nuestro propio entorno, y no esperar que una sola persona pueda iniciar un cambio, sobre todo cuando la soberbia y autismo político son sus distintivos, como sucedió con Vicente Fox en México y con Javier Corral aquí en Chihuahua. (netoaviles@gmail.com)

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