Confianza en la integridad del poder judicial
Fecha/hora de publicación: 14 de abril de 2018 12:22:32
Finalmente la cordura y la prudencia, pero sobre todo la inteligencia, arribó para quedarse en la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua, con la elección unánime de sus integrantes, en la persona del magistrado Pablo Héctor González Villalobos, quien terminará el período de Julio Cesar Jiménez Castro y podrá aspirar a una reelección, para con ello terminar su administración, paralelamente con la del Gobierno Actual de Javier Corral.
Se antoja pensar que puedan quedar atrás las luchas internas que obstaculizaron el sano desarrollo del Tribunal, que le permitiera estar a la altura de las enormes exigencias de una sociedad agraviada por la delincuencia y la impunidad, pero sobre todo por la gran dificultad que hoy le representa para los justiciables, demandar justicia ante los tribunales.
Una golondrina no hace primavera, pero si marca la esperanza de que detrás de ella, se presentarán parvadas y que con su ejemplo, se puedan arrastrar conductas que eventualmente mejoren la calidad y el servicio que se presta.
Cuando las acciones de quienes temporalmente encabezan el Poder Judicial, están orientadas primero, a la organización interna del tribunal, a revisar cuidadosamente las facultades y obligaciones de todos los funcionarios, es también el momento de exigir el exacto cumplimiento de su responsabilidad, prescindiendo de quienes no cumplen con su encargo, pero también reconociendo a quien si lo hace, y lo hace bien.
Las representaciones de los abogados organizados del Estado en su totalidad, tienen también la gran responsabilidad de opinar, sugerir e incluso recomendar al Tribunal las acciones que se puedan realizar, para mejorar en tiempos, los procesos donde participan; solicitar con respeto los apoyos que se puedan derivar en temas como la capacitación para los litigantes, tanto para los que operan en las principales ciudades, como para el resto del Estado.... Y SI EXISTE ALGUIEN dentro del tribunal que conozca estas luchas, es precisamente el recién electo magistrado presidente.
Pablo Héctor González Villalobos proviene de una sala penal y conoce perfectamente el funcionamiento del sistema, sus errores y aciertos, sus espacios de oportunidad para mejorarlo y particularmente el perfil de todos y cada uno de los juzgadores, lo que constituye una garantía de entendimiento y certidumbre de que las cosas van a mejorar.
Sin embargo, el mayor reto inmediato para el nuevo titular de Poder Judicial del Estado, es la defensa de la jurisdicción local para los asuntos que verdaderamente le correspondan conocer a los tribunales de Chihuahua, el debatir jurídicamente con los tribunales federales sobre aspectos de interpretación y alcances de conceptos de jurisdicción y federalismo.
Otro tema no menor, QUIZAS EL DE MAYOR IMPORTANCIA es el de dejar claramente establecido, que coordinación con el resto de los Poderes no significa subordinación y que la integridad de un poder, no se divide ni se presta para que otro invada espacios y hable en su representación.
Ojalá que el RESPETO, EL DIALOGO Y LA COORDINACIÓN INSTITUCIONAL, sean los nuevos caminos que se recorran en la división de poderes en Chihuahua, PORQUE ESA ES LA FORMA Y NO OTRA, de reconocerse como un estado verdaderamente democrático.
